El cambio climático ha provocado que muchos pastores en la zona del Lago Turkana en Kenia se pasan a la pesca en aguas lacustres profundas.
Miembros de la comunidad del Lago Turkana (Kenia), dedicados en su mayoría al pastoreo, han recibido los medios necesarios para estimular sus medios de vida mediante la pesca en aguas profundas después de que el cambio climático acabara con sus formas de vida tradicionales.
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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con el apoyo del Gobierno japonés, proporciona a los nuevos pescadores de Kalokol, en el distrito de Turkana Central (sur de Kenia), aparejos de pesca, botas y formación que les permita pescar en las profundas aguas del Lago Turkana. Los equipos, que utilizarán 450 familias residentes en tres playas, incluyen: un bote de fibra de cristal para operaciones de vigilancia y rescate en caso de accidentes, 15 botes de madera y 500 redes.
Los residentes de Turkana son, en su mayoría, una comunidad de pastores gravemente afectados por el agotamiento de las tierras de pastoreo tradicionales debido a las recurrentes sequías que han resultado del cambio climático. La región, de por sí semiárida, no permite la agricultura extensiva, mientras que la pesca en aguas profundas ha estado durante largo tiempo prohibida en las turbulentas aguas del lago Tukana por carecer de embarcaciones seguras o de equipo de calidad. El resultado de todo ello es una población vulnerable al hambre y a la desnutrición, lo que a su vez ha desencadenado conflictos entre varios grupos por los escasos recursos.
El Ministerio keniata de Desarrollo Pesquero, uno de los principales socios del proyecto de la OIM, identificó la necesidad de la comunidad pesquera de Kalakol de recibir ayuda. A pesar de que los pescadores podrán faenar durante más horas en las aguas profundas del Lago Turkana para así aumentar sus ingresos, mejorar su seguridad alimentaria y reducir su dependencia excesiva en la asistencia alimentario, el propósito es también el de establecer la pesca sostenible en estas aguas profundas y menos explotadas.
El mercado de la pesca en Kenia se abastece principalmente de ejemplares provenientes del sobreexplotado Lago Victoria, en la parte occidental del país, el Océano Índico y varias piscifactorías a nivel nacional.
Esta ayuda permitirá también a la numerosa comunidad de pastores permanecer más tiempo en la zona, facilitándoles el acceso a la salud, la educación y otros servicios sociales.
La OIM ha introducido además otras fuentes alternativas de medios de vida, incluido el cultivo de cosechas resistentes a la sequía como sandías, nogales, cacahuetes y cereales como el mijo y el guisante. La Organización ha participado igualmente en la construcción de pozos someros y sistemas de distribución de agua para una mejor utilización de este recurso tanto con fines domésticos como agrícolas.
Para reducir las tensiones entre las comunidades enfrentadas por los escasos recursos hídricos y alimentarios, incluidas en los lugares de pesca, la OIM trabaja también junto a las comunidades en actividades de consolidación de la paz y gestión del conflicto. Así, ha sido establecido el diálogo entre las comunidades de Turkana, Elmolo y Merali, quienes migraron de Etiopía para vivir de forma pacífica.
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